¡Ya está aquí Semana Santa! ¿Qué mejor que conocer un
nuevo lugar de nuestra tierra?
Hoy estamos en SIURANA, una localidad situada al nordeste
de la comarca del Priorat, Tarragona, en el valle del río Siurana, entre la
Sierra del Montsant y las montañas de Prades.
Siurana es un pueblecito de cuento situado en un lugar
infranqueable encima del río, que trae consigo el recuerdo de ataques
interminables y conquistas imposibles. Su castillo defendía una frontera inaccesible
que se extendía del Coll de Balaguer a Tamarit de Gaià. Conquistada en el 1153,
después de caer Lleida y Tortosa, fue el último reducto de la reconquista en
Catalunya.
El edificio más relevante de Siurana es la Iglesia de
Santa Maria, un edificio de época románica conservado íntegramente. Fue
construido entre los siglos XII y XIII, con la llegada de las tropas de
Berenguer IV en 1154. En aquellos años Siurana era un importante punto de
defensa de la frontera islámica y fue el último reducto sarraceno de Cataluña.
Su portada tiene un tímpano figurado enmarcado por tres arcadas de medio punto
que descansan sobre columnas cuyos capiteles están decorados con motivos
diversos.
El Salto de la Reina Mora es una sima conocida con ese
nombre debido a la leyenda de la reina mora Abdelazia, hija del señor de
Siurana, que al llegar las tropas cristianas, prefirió saltar al abismo con su
caballo antes que caer en manos enemigas. El caballo, en su inútil resistencia,
intentó pararse, pero el impulso era tan fuerte que se precipitaron al vacío.
Hoy, cerca del precipicio aún puede verse la profunda marca de la herradura del
animal.
Siurana
conserva, además, restos del castillo árabe, un establecimiento militar.
Perteneciente a un ancho territorio musulmán y situado estratégicamente, esa
fortificación cerraba el paso al núcleo urbano de la población. Actualmente se
observan los efectos de una primera fase de rehabilitación con ella se
identifican sus límites perimetrales y las torres de defensa.
Hoy en día, podemos descubrir un pueblecito encantador de
casas y calles empedradas y los restos de la fortaleza sarracena, ubicados en
la entrada del pueblo. A sus pies, un pantano de aguas limpias y tranquilas
donde se ofrece la posibilidad de practicar todo tipo de deportes
acuáticos.
Y para aquellos más aventureros es muy recomendable el
Camino antiguo de Siurana, que unía este pueblo con Cornudella de Monsant,
recientemente recuperado.
-Clàudia-
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